CORONAVIRUS Y ALQUILER, CAMBIO DE MODELO ECONÓMICO FORZADO

Nadie se imaginaba hace unos meses que el coronavirus o COVID-19 aparecería en nuestras vidas, y sobre todo, nos iba a afectar tanto, social y económicamente.

Esta pandemia ha pillado por sorpresa a todo el mundo. Nadie estaba preparado, ni  los gobernantes y políticos ni los científicos y epidemiólogos que han visto cómo su desconocimiento del virus les ha llevado a replantearse todo lo que sabían (mascarillas, infección, etcétera).

Lo mismo sucedió con los ciudadanos que, en muchos casos, no sabían qué hacer ya que todo ha sucedido muy deprisa.

De hecho, se ha dado el caso de que muchos propietarios no saben a lo que atenerse con el alquiler de su vivienda. No solo en presente, sino en futuro.

No solo por las medidas que deben de tener en cuenta a la hora de tratar con sus inquilinos por impago o morosidad, también por lo que deben hacer a la hora de pedir una ayuda al gobierno.

Y es que el virus ha paralizado la economía europea y mundial. En el caso de España, el parón ha sido tan alto como para ver a millones de personas afectadas por diferentes razones.

Bien sea que está en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), bien porque son autónomos y tienen un negocio hostelero o porque son propietarios.

El caso es que el coronavirus ha golpeado de lleno a la industria inmobiliaria que ha visto crecer un cambio de tendencia en el alquiler turístico.

Teniendo en cuenta que el 15 por ciento del PIB español se basa en el turismo, muchas empresas y propietarios particulares están valorando cambiar la forma de alquilar de sus viviendas.

Las grandes plataformas de alquiler turístico como son Booking o AirBnb han visto cómo se reducían sus pérdidas durante el coronavirus. Y es que el cierre de fronteras ha evitado que miles de pisos vacíos se hayan ocupado. 

Evidentemente, los principales afectados de esta situación son propietarios de viviendas que alquilaban en verano, vacaciones como Semana Santa, Navidades o de forma temporal a estudiantes y turistas.

Toda esta situación nos hace plantearnos el cambio de vivienda vacacional a alquiler de larga estancia, ya que la mayoría los ciudadanos, según encuestas realizadas, ven un futuro donde el virus permanece con nosotros durante una larga temporada.