LAS TENDENCIAS QUE HA TRAÍDO EL COVID-19 A LA VIVIENDA


Dentro de esta maraña de cambios los operadores del mercado creen que veremos nuevas tendencias. Unas tendencias que no solo se reflejarán en el día 1 después del covid-19, sino que llegarán al mercado para quedarse. Entre ellas están la necesaria presencia comercial omnicanal de las inmobiliarias, las nuevas necesidades y preferencias de las familias a la hora de buscar un nuevo hogar, la apuesta por las visitas online o la importancia de que los profesionales apuesten por la formación continua para dar el mejor servicio posible a los clientes.
 Estas son las tendencias más destacadas que se convertirán en una realidad del mercado tras el 'shock' de la pandemia:

1. La digitación ya es una necesidad, no una opción

Una de las lecciones más evidentes que está dejando la crisis es la necesidad de apostar por la tecnología. El covid-19 ha impulsado la transformación digital de la que el sector llevaba años hablando, pero que muchas empresas inmobiliarias no terminaban de llevar a cabo.

2. El auge de las visitas online

En los próximos meses será imprescindible implantar múltiples medidas de seguridad para proteger la salud tanto de los clientes como de las plantillas de trabajadores. Muchas empresas están promoviendo protocolos de actuación para impulsar el teletrabajo, reorganizando los interiores de sus oficinas para ampliar la distancia entre los puestos de trabajo o adquiriendo material de protección como guantes, pantallas o mascarillas.

En este escenario, tendrán que restringirse las visitas físicas a los inmuebles a los casos más imprescindibles, por eso, será necesario ofrecer a los clientes la posibilidad de que realicen visitas online a los inmuebles. 

3. Una presencia comercial inmobiliaria omnicanal

 Las compañías inmobiliarias deben combinar el entorno físico (la agencia a pie de calle) con los múltiples canales digitales existentes: una web adecuada, un SEO perfectamente gestionado, una correcta presencia en las redes sociales y medios, un blog atractivo y una atractiva política de gestión de contenidos. Cuatro de cada cinco clientes llegan por el canal online, pero se deciden en el offline -en la visita a la propiedad y en la oficina, por eso, la combinación de ambas estrategias es clave para ofrecer un servicio excelente a los clientes.

4. Reciclaje formativo de los profesionales

La necesidad de contar con formación continua, y permanentemente actualizada, al igual que ocurre en la National Association of Realtors (NAR), la asociación norteamericana en la que está integrada SIRA, ha sido uno de los aspectos más valorados por los participantes de los encuentros virtuales. Al ser un sector en constante cambio, es necesario que los profesionales estén al día. 

5. Nuevas necesidades y preferencias de vivienda

Otra de las tendencias más patentes es que el estado de alarma y el confinamiento ha llevado a muchos españoles a replantearse el tipo de vivienda en el que quieren vivir. Tras estas semanas de confinamiento, muchas personas han descubierto que sus casas no tienen lo que su familia necesita.Cuestiones como la existencia de luz natural, de espacios más amplios, con mejores vistas o con zonas ajardinadas son ahora la prioritarias.

Muchos compradores, interesados hasta ahora en vivir en los centros de las ciudades se replantean esta cuestión y están modificando sus búsquedas hacia viviendas en localidades más pequeñas o en el extrarradio, animados además por los precios más bajos y por la posibilidad de poder continuar trabajando en remoto en sus empresas.

De hecho, hay estudios que apuntan a que las viviendas situadas en municipios cercanos a grandes ciudades, las que se encuentran en ubicaciones 'prime' de las capitales y las que tienen buenas vistas, jardín o terraza son las tipologías de casas que mejor aguantarán la crisis e incluso que podrían revalorizarse ante un previsible aumento de la demanda.

6. Más alquiler tradicional que turístico

El frenazo en la llegada de turistas y la incertidumbre sobre cuánto tiempo podría durar esta situación, está forzando a propietarios e inversores a buscar fórmulas para paliar los efectos de esta crisis. Es cierto que muchos de estos propietarios ya estaban valorando el reorientar el uso de sus viviendas hacia el alquiler habitual, ya que es más económico de gestionar, pero esta situación lo ha precipitado por completo.

Por ejemplo, muchos propietarios de viviendas turísticas han aterrizado en el alquiler temporal para cubrir los costes de las hipotecas y de los gastos derivados del piso. Ofrecen contratos amparados en la ley de seis meses a un año, en muy buenas localizaciones y con precios muy competitivos para seducir a trabajadores extranjeros desplazados a España o a estudiantes.

7. Los inversores, al acecho

La esperada caída generalizada de precios va a convivir con una sobredemanda por las viviendas más atractivas. Los inversores pretenden conseguir los mejores inmuebles a buenos precios.

 La apertura del mercado hace que aparezcan ofertas, principalmente provenientes de personas que necesitan liquidez o derivadas de herencias y de la oferta acumulada. Sin embargo se descarta que puedan aparecer grandes gangas como las de los peores años de la pasada crisis.


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